Revivimos el mundo de El Señor de los Anillos de Tolkien con este juegazo, de la mano de Monolith Software y Warner Bros
Lo primero que uno piensa al comenzar Middle-Earth: Shadow of Mordor es: ‘Que no sea otro juego terrible por querer calmar ansias’, pero es un miedo común por lo esperado que era y el hype que había. Afortunadamente, después del breve tutorial que cuenta la tétrica historia de nuestro personaje, Talion, es sencillo ver que éste no es cualquier juego lanzado a las apuradas. Aquí hay buen combate, un mapa muy grande, y abierto, del mundo de El Señor de los Anillos y un sistema muy novedoso de jerarquía de enemigos, es decir, hay mucho que disfrutar.
Historia
Talion es un ex-Ranger, montaraz, de Gondor que es ejecutado al lado de su familia pero hechizado para que su espíritu se quede en medio de los vivos y los muertos. Así es como nuestro héroe vuelve a la Tierra Media a buscar venganza, con la ayuda de un elfo espectro que sufrió un destino final parecido. Para los puristas de la historia de Tolkien puede parecer una herejía, pero si no tomas en cuenta estos detalles, es un juego que te trae mucha diversión. Por otro lado, si sólo sabes lo básico de la historia, vas por buen camino.
La trama pierde relevancia mientras avanzas más y más, pero las misiones alternas, cuyas características se generan al azar, de dominar al ejército de Uruks te tendrán entretenido por muchas horas más. Además de los coleccionables y todo lo extra que puedes encontrar, hace a este título uno que requiere alrededor de 30 horas, nada mal ¿eh?
Gameplay
El combate es parecido al de los juegos del Caballero Oscuro en la serie de Arkham o al de nuestro viejo amigo encapuchado en Assassin’s Creed: puedes usar los misteriosos poderes de Talion (como hacer el tiempo más lento), pelear con tu espada, arco y daga, o atacar sigilosamente para no llamar la atención. También encontrarás momentos en que debes matar a todos los Uruks excepto a uno para interrogarlo y esto siempre sucede con una sensación de libertad que sólo te puede dar un juego abierto. Aquí hay que agregar el modo de espectro al que puedes acceder en cualquier momento, en el que todo se ve oscuro (como cuando Frodo o Bilbo se ponían el Anillo en las películas) y te da información útil sobre tus enemigos y coleccionables que no verías de otro modo.
Lo que de verdad es refrescante (y hasta rítmico) del combate de este juego es que siempre hay acción. En todo momento habrá alguien con quien pelear, así de fácil. Hay ocasiones en que hordas enormes de enemigos te atacarán al mismo tiempo y al principio creerás que no lo lograrás… y muchas veces no lo logras, pero se vuelve más fácil conforme vas avanzando.
Algo particularmente interesante es que, al ganar una batalla, el enemigo dejará una runa que puede ser guardada entre tus armas para mejorarlas. Algunas cambian la forma de juego, otras te hacen inmune a venenos y ese tipo de resultados. Pero aquí todo es justo, y si el Uruk te mata a ti, también él sube de nivel y obtiene nuevas habilidades, sea del rango que sea. Así que cuando regreses por venganza (porque ésa es la columna vertebral del juego), recuerda que tu muerte mejoró a tu enemigo.
Y esos encuentros siempre se sienten originales, entre toda la variedad de enemigos, sus rostros, características físicas y voces, es casi imposible que se repitan (al igual que sus habilidades y ataques, que se generan al azar) y más importante, los enemigos son capaces de recordarte.
Aunque nos repiten constantemente que Talion está ‘desterrado de la muerte’ es importante que tú recuerdes que vas a morir muchas veces. Y cada vez que regreses de la muerte, los Uruk cambian y se re-ordenan en su jerarquía militar. Así que para cuando hayas revivido, encontrarás un mundo distinto al que dejaste, que puede cambiar completamente tu estrategia.
Conclusión
Middle-earth: Shadow of Mordor se puede comparar fácilmente con juegos top de mundo abierto como podría ser Batman Arkham City o la saga Assassin’s Creed. Aunque su único problema es que la campaña puede sentirse ligeramente repetitiva, la acción en batallas, los modos de pelea y el factor ‘al azar’ hace que cualquiera busque seguir jugando. En pocas palabras, un juego realmente recomendable.
Ya lo estuve viendo y me pareció genial el juego, la forma en que suben de nivel tus enemigos, poder montar bestias para pelear, creo que va a ser un gran juego para aprovechar por mucho tiempo, muy buena la nota.